Desde 2015 asisto de forma continuada a seminarios de especialización, entre ellos: estructura de juego, trabajos de base, frustración y control de impulsos, agresividad, miedos, clicker, habilidades, dogdancing, motivación en perros de trabajo, mantrailing (tantos seminarios de mantrailing que me cuesta recordarlos todos).

Considero imprescindible no dejar de formarme ya que la ciencia avanza, y con ella los conocimientos que tenemos de la conducta animal. El hecho de adaptar mi manera de trabajar a los nuevos conocimientos es posible únicamente estando al día de cualquier avance, ya que mi principal objetivo es poder dar el mejor servicio a las personas que confían en mi trabajo. Por eso, este apartado se irá actualizando periódicamente.

Si tu perro tiene algún comportamiento que no entiendes y que crees que se debería modificar, no dudes en contactar conmigo y estudiaremos el caso. 
Entender su comportamiento es la clave para poder modificarlo.

Actualmente Sandy es la imagen de mi proyecto. Nos divertimos juntas practicando mantrailing y salimos a correr por la montaña con Dani y Drac (mis otros dos amores) a menudo. No es una perra tranquila (tiene un nivel de energía altísimo) y se siente algo incómoda en la ciudad, pero por fin es una perra feliz. Sandy es sorprendente, hemos practicado habilidades caninas, ¡incluso hemos hecho Dogdancing juntas! Quien me conoce sabe que bailar no es lo mío...

Con ella aprendí que los milagros no existen, pero que si necesitamos mejorar el comportamiento de nuestro perro para hacerle más feliz, la única alternativa es intentar entenderlo desde el análisis científico y desde las evidencias de los estudios rigurosos.

No puedo olvidarme de Drac. A Drac lo adoptamos con 3 meses, un pequeño lienzo en blanco. Hemos sido muy cuidadosos con su educación, así que ahora es un perro amistoso, bonachón, paciente y divertido. Es la imagen de la felicidad, todo es sencillo con él. Todo salvo su rastro de baba y pelos...

Durante años combiné mi trabajo en el sector industrial con formaciones en educación canina, prácticas y trabajos como educadora canina e instructora de mantrailing durante las tardes y los fines de semana. El esfuerzo valió la pena: finalmente conseguí dedicarme al 100% a mi pasión, mejorar la relación humano-perro y el bienestar animal.

Si has llegado hasta aquí, espero poder ayudarte a mejorar el comportamiento de tu compañero de viaje y mejorar vuestra calidad de vida.

Me llamo Jessica Cano. Soy educadora canina y etóloga (Máster en Etología de animales de compañía por la Universitat Autònoma de Barcelona). Miembro de ANACP (Asociación Nacional de Adiestradores Caninos Profesionales). Mi trabajo consiste en interpretar el comportamiento de tu perro para poder modificarlo partiendo de la comprensión del mismo.

En 2023 me acredité con la certificación Fear Free®: una titulación de reconocimiento internacional creada en los EE.UU. por el nacimiento de una nueva visión del manejo de los animales suprimiendo el estrés, miedo o ansiedad tanto en perros como en gatos. Se basa en conseguir un abordaje y manipulación libre de miedo en centros veterinarios, refugios de animales, albergues, traslados y en el propio domicilio, que aseguran un mayor bienestar para el animal.

Entre 2021 y 2022 realicé el curso Auxiliar Técnico Veterinario impartido por el Hospital Clínic Veterinari de la UAB, recibiendo la titulación en julio de 2022. Es una formación de 1213 horas, 900 de ellas prácticas en los diferentes servicios del Hospital Clínic UAB: urgencias, hospitalización, oncología, anestesia, cirugía, diagnóstico por la imagen, laboratorio, unidad equina, etc. Con él he completado mi formación en un campo paralelo al comportamiento, pero muy relacionado. La manipulación diaria de animales con dolor agudo o enfermedades crónicas me ha facilitado el abordaje como etóloga a perros con niveles muy altos de miedo, ansiedad, estrés. Por otra parte, tanto el dolor como algunas enfermedades pueden causar o exacerbar ciertos problemas de conducta: detectar una posible patología de forma precoz y recomendar una visita al veterinario es crucial en algunos casos en los que la causa del problema conductual es el dolor o malestar.

En 2021 obtuve el título de Máster en Etología de animales de compañía impartido por la Universitat Autònoma de Barcelona. Nunca pensé que mi Diplomatura en Ciencias Empresariales (UAB) me abriese una puerta tan maravillosa como la posiblidad de realizar este Máster, que me dio acceso a los avances más novedosos y punteros en la etología (ciencia que estudia el comportamiento de los animales).

En 2020 realicé el Ciclo Formativo Análisis Funcional con Natural Gos. Se trata de un curso teórico-práctico de especialidad para educadores basado en la evaluación y el análisis pormenorizado de la conducta o conductas problemáticas para poder elaborar un protocolo de modificación de conducta más fiable y adaptado a cada caso.

En 2017 obtuve mi titulación en Educación Canina especialista en perros de refugio (Bocalán Refugi), y posteriomente amplié las prácticas en la Protectora Caldes Animal con un voluntariado de un año de la mano de Alperroverde. Como siento debilidad por los perros de refugio, he colaborado realizando voluntariado durante años en las protectoras APAG Granollers y CCAAC Badalona.

Siempre me han apasionado los perros, desde niña leía todo lo que caía en mis manos sobre ellos (sí, hubo una época en la que Internet no existía y sólo podíamos leer libros). Mi perra Nala era perfecta, así que creía que sabía mucho sobre perros. Pero un día llegó a mi vida Sandy, una perra mestiza de 11 kilos. Nadie conocía su historia, la encontraron herida en una carretera. Su comportamiento era conmovedor: no era capaz de mirar a los ojos a nadie, tenía un estado de tensión constante, mordía con desesperación las correas hasta romperlas y perseguía a cualquier objeto o animal en movimiento. Atacaba a cualquier perro al que pudiese acercarse. Tenía pánico a entrar en los coches, a los movimientos bruscos, a las tormentas, a los petardos, a las manipulaciones... Podía ladrar durante horas en el balcón y nunca se relajaba, su propietaria no la había visto jamás sentada o tumbada en la calle. Habitualmente mordía a su propietaria por redireccionamiento.

Decidí adoptar a Sandy. Pero tenía que entender su comportamiento. ¿Por qué reaccionaba así? ¿Qué podía hacer para ayudarle a estar en calma? ¿Cómo podía conseguir que confiara en mí y me mirara a los ojos sin miedo? Y así empezó mi formación como educadora canina.